viernes, 30 de noviembre de 2012

Cuando me rinda (compartido con los otros blogs)

No es fácil decirlo...

Tras mucho pensarlo, he decidido que la mejor manera de decirlo es elegante y con estilo.

No sé con qué forma hablar de mis últimos días, si es que los tendré. Lo cierto es que, viendo cómo pasa el tiempo, me veo cada vez más viejo, más dañado... ¡más próximo a la muerte!

No es algo para alarmar al lector. Ni mucho menos los que a lo largo de tantos meses (si es que alguno ha leído de verdad estos posts que llegué a escribir) me han seguido con su fiel lectura y no con el modernísimo "Like" ni con la misma opción que tiene Twitter de seguir a algo o a alguien...

El tiempo me ha dado lecciones. Muchas, muchas lecciones; que yo bien diría me servirían para dar una magistral clase a todo un cangrejal de novatos. Esos novatos que apenas sabrán (o podrán) cómo blandir una pinza en señal de defensa. O tal vez sabrán lo que significa un canal maestro o túnel principal.

Estos muchachos. Tan jóvenes, tan inocentes.

En fin. Lo que quería decirles (porque no sé si antes que termine este año se cumplirá esa profecía que tanto replican) es que, antes que este viejo cangrejo termine sus días, ha querido dar como una anticipada despedida de esta manera:

Posiblemente próximo al ocaso, pídole al que me haya admirado que no me llore tras haberme ído. Ni al que jamás me ha admirado, que ni se moleste en fingir lágrimas de cocodrilo. Que mis prostreros tributos sean en pro de respetar mi último verso, que las pocas pero modestas verdades que dije no se las lleve el viento.

Cuando me rinda quiero tributo modesto, que se me recuerde como de mi propia vida maestro. Que mi pluma, fiel compañera de mi largo trayecto, mute en poesía carnavalesca, en lindo cántico, en homenaje a mis restos.

Cuendo me rinda, fiel lector, no olvides jamás que por tí escribía y que mis noches en vela dedicábalas en humildes líneas, doradas por el calor de mis sentimientos, marchitadas por el olvido infiel de mis falsos admiradores y empolvadas por las arenas del tiempo.

Pero poesías al fin, que de no ser por tus tan esperadas dudas y consejos, hubiesen tal vez alcanzado el gran valor que merecían y que nunca tuvieron...

En menos y más concientes palabras..¡CUANDO ME RINDA Y ASCIENDA AL TAN ANHELADO PARAÍSO DE ENTRE LOS CIELOS, QUIERO POR FIN DECIR QUE TODO LO QUE HICE FUE UN GRAN PLACER HABERLO HECHO!

Gracias.