jueves, 12 de abril de 2012

¿Naturalista?...¡Puaj!

Bella mañana en la sabana. Está muy cálida y calmada esta vez. Los mosquitos pican, el sombrero de cogollo pica... y creo que, después de estar sentado en ese roñoso y destartalado jeep por más de tres miserables horas, hasta la pañoleta que compró al buhonero en el terminal y lleva en la cara para "no tragar polvo" le pican...

Ahí va el hombre. Incansable y estudioso naturalista oriundo de la capital, esta vez no llevó su acostumbrado equipo de alpinismo PROFESIONAL que compró después de su permanencia en el Auyantepui Guayanés (debió haberlo comprado antes: había comprado uno para PRINCIPIANTES que sólo tenía las sogas para escalar y los ganchos, gastó una tarjeta de cien llamando al estudio creo que hasta a su "mami" y tuvieron que bajarlo de allí en helicóptero) ni su equipo de sobrevivencia selvática cuando se metió de lleno en aquella fascinante aventura de tres meses visitando el Amazonas (¡los indios fueron claros: lo dejaron vivir de vaina y no lo quieren ver otra vez por allá, si sabe lo que le conviene! Algo habrá hecho...)

No es de por aquí. Es un foráneo que viene a j**der - perdón; quise decir investigar - la vida silvestre. No puede dejar pasar esta oportunidad de estrenar su nueva cámara digital (ésa que es hasta panorámica, ustedes saben cómo está la tecnología de loca estos días) y de pasar uno de sus tres meses de vacaciones - ¡envidia para muchos pobres diablos! - en la sabana de nuestros llanos para "entrar en contacto con la naturaleza"...

En realidad el tipo está allá porque el documental anterior fue una soberana c*g*da que le costó un realero al estudio por publicarlo (sólo para que tuviese el peor rating de la semana, por detrás de la novela y de la cadena presidencial) y tiene que hacer un documental para pagar esos cobres perdidos.

Yo, por mi parte, veo con determinada atención cómo el sujeto, previo recibimiento de los locales (se puso a tomar una cosa que nunca antes había probado llamada "cerveza" y todavía no se explica cómo terminó en su cuarto tres horas después con un fuerte ratón y con lo pantalones desabrochados), se dispone a relajarse un poco acercándose al riachuelo que está cerca de la estancia (en realidad, el tipo tomó muchas "smirnoffs" - sifrinito y "fo" el tipo - cuando salía del Nuevo Circo en Caracas rumbo a San Fernando de Apure y luego se tomó otras más antes de agarrar el ya citado mamotreto rumbo a Elorza -ESTO, APARTE DE LAS CERVEZAS QUE SE TOMÓ AHORA-, el baño de la pensión o está dañado o no hay agua o simplemente "no va a comprar empanadas desabridas que quién sabe qué carne de perro muerto le echaron ni ese queso llanero saladísimo y hediondo -¡Ay no, fo!- para poder usar esa cochinada que llaman baño", el pobre hombre se está reventando y él no tiene riñones de plomo. Así que quiere "desahogarse"en el pozo de miao detrás de donde botan la basura, lleno de gusanos y moscas verdes).

¡Ahhh....qué sabrosa la brisa de una tarde de primavera de Elorza!

El sol cae rendido ante la brillante luna que alumbra el Río Apure y el alcaraván alza el vuelo. El manto nocturno deja ver su encanto y los grillos anuncian un tranquila y hermosa exposición de estrellas y luceros.

El naturalista, lejos de maravillarse ante tan divino regalo de la naturaleza, sabe que no debe desvelarse y por tanto, tras haber llegado a la zona escogida en el monte, monta su cachivache: su "camping", sus trapos, su linterna y quién sabe cuántas porquerías citadinas más. No podía faltar su blackberry ni su NINTENDO DS para no aburrirse de noche...

Él tiene a juro qué buscar un animal al cual seguir. Quiere un cunaguaro. Y esa noche sueña que lo caza (con su cámara, porque el tipo es "ambientalista nato" y está en contra del maltrato animal. Como cangrejo, lo apoyo). Ya espera tener entre sus manos (mejor dicho en su "maquinita de hacer panorámicas) el material que lo exonerará de un posible despido del canal.

De pronto, se siente un ruido: algo está cerca de la tienda. El tipo se abriga más de la cuenta, cierra duro los ojos (con cara de estar pujando) y empieza a tararear un avemaría. Ya sea por un espíritu o un animal salvaje o, lo más común en este país, un malandro piedrero, hay que rezar...

El tipo cree lo peor. La tienda empieza a moverse y una luz lo ciega...

-"Buenas noches, ciudadano; téngase la bondad de mostrarme su identificación"

Un efectivo de la Policía Nacional, el cual rondaba por la zona...

La cosa no empeoró allí. Por suerte el tipo volvió a su tienda; pero antes, al ver que el efectivo se íba, se lleva las manos a sus "partes" y se dice:

-"Espero que esto sea sudor..."

...


Por la mañana, el hombre va. Se adentra en el monte y espera divisar alguno. En seguida lo ve. Se acerca y justo cuando lo tiene como a unos cuatros metros de distancia, el felino se va. Pensó que lo había asustado, pero en realidad era porque había visto una mapanare.

Pensó que,por haber estado cerca del felino y no de él, la serpiente en cuestión no íba a hacerle nada. Pero lo que no sabía era que...

ERA UNA EXTRAORDINARIA MAPANARE DE UNOS SIETE METROS Y, DESGRACIADAMENTE, POR UN PASO EN FALSO TRAS RESBALAR EN UN PANTANO, LA HABÍA TOCADO CON EL PIE...

El peligroso reptil no dudó en volverse a quien la había, sin querer, molestado. El tipo pegó una carrera que hasta la fecha él mismo debe creer que "ha sido la única vez que ha corrido a más de setenta kilómetros por hora".

Resguardado en un río, el tipo aprovecha para lavarse un poco. Pero lo que no sabe es que otro peligro lo acecha: LOS CAIMANES...

Debió haberse percatado que a esa hora, los caimanes tienden a refrescarse y, por mala hora, UNO ESTABA DETRÁS DE ÉL.

Apenas el tipo tuvo tiempo de escapar. Pero lo que se vió en el video fue dramáticoSólo digamos que desde entonces guarda la mitad de unos pantalones (sólo una pierna y un bolsillo) y la parte frontal de su chaleco de explorador en su escaparate personal como recuerdo de aquel día...

El tipo perdió la presa, pero tenía su recompensa: había captado con su panorámica el majestuoso animal. Además de algo de lo que le pasó con la mapanare y el caimán.

Todo íba muy bien. El hombre, con evidentes raspones (se resbaló al pisar una m**** de algún animal) producto de una caída y con la piel cubierta de llagas producto de los mosquitos (además del infernal olor a sudor y al hecho de que él es de piel sensible y no puede exponerse mucho al sol), volvía a pesar de todo triunfante y con una sonrisa en los labios. Pero como nada puede ser bueno todo el tiempo, tras volver a su tienda, la encuentra abierta, con los corotos regados, su provisión (a base de papitas, unos panes campesinos, mortadela, snickers y unas laticas de refresco que compró en el pueblo) y su DS ¡SU AMADO DS! con sendas mordidas de cunaguaro en su pantalla...

[POR RESPETO AL LECTORADO, SOBRE TODO AL MENOR DE 18 AÑOS, NO PUEDO TRANSCRIBIR TEXTUALMENTE LO QUE EL SUJETO DIJO]

Nubes tormentosas se posaron esa tarde sobre el llanero pueblo. Al regresar a la posada, con evidente cara de cansancio y algo de ira por su querido "aparatico", nuestro hombre arregla los corotos para volver a la gran ciudad...

Para completar la desgracia, cuando llegaba al Nuevo Circo, se dio cuenta que olvidó la cámara en Elorza y tuvo que devolverse. Luego de varias horas de retraso, por fin llega al estudio y estrenan el documental:

...

Tuvo, suerte...

A los directivos del canal les gustó el material, le generó expectativas a los interesados y ya se puede ver en los monitores de los aviones de Conviasa y otros servicios aéreos y sus afiliadas regionales...

-"Educativo, entretenido y con algo de humor" fueron uno de los comentarios de Daisy, la Asistenta de Producción.

Es una lástima para Erick Rafael (así se llamaba nuestro personaje) que no pudo asistir al estreno. Tras volver de Elorza, le dio una enfermedad rara (caliguevitis aguda) al pobre; y lo tienen aislado en un Centro de Salud en Las Islas Bermudas, donde todavía está y ya se está curando, gracias a Dios. Espero no le pidan que vuelva a Elorza (NI LO MENCIONEN); porque podría recaer...

El señor de la casa apaga el televisor. Yo me meto a mi cueva y sigo empacando mientras digo:

"¿Naturalista? ¡PUAJ!"

lunes, 9 de abril de 2012

Antes de partir: Mi último adiós a Raticio


Raticio:

He hecho un alto en mis diligencias por mudarme, porque sé que pronto cumplirás un año (¡CARAMBA, CHICO, PARECE MENTIRA QUE YA HA PASADO UN AÑO QUE LOCO INTENTÉ QUITARME LA VIDA METIÉNDOME BAJO LAS RUEDAS DE UNA GANDOLA!) de que ya no estás a mi lado para decirme que no lo haga, que me aguante, que algún día se mudarán de esta casa, que pase lo que pase estarás allí para cuidarme. Y bueno, como te lo prometí cuando te enfermaste una vez que te dije que te visitaría si muriese antes que yo...bueno acá estoy para cumplir con eso.

¡Qué tristeza, Raticio! Una gran tristeza me embarga el saber que después de un año sigo creyendo que te has ído de viaje a donde los tuyos en la casa que queda (o quedaba, pues no sé si se fueron tus padres tras tu partida) a dos cuadras de ésta. Una inaguantable tristeza, chico, que no he podido amainar ni siquiera viendo la mirada de tus hijitos ¡TUS HIJITOS, RATICIO, VALE; TAN BONITOS Y TAN INOCENTES! Ratoncitos que jamás verán a su padre, que crecerán sin él y que estarán a la sombra de los cachorros del perro, de los mininos del gato y de los pichoncitos de mi amiga la paloma (me dijo que estaría aquí a las seis y mira que ya son las diez ya de la noche y no ha llegado; bueno, no la culpo: debe de tener muchas cosas qué hacer también y tal vez se le olvidó). Pero en fin: ratoncitos que me dicen "tío" sin ni siquiera ser tu hermano de sangre ¡pero caramba que eramos hermanos de alma y corazón, porque hasta a tu esposa cuidé cuando estabas fuera de la casa visitando a tus padres, y hasta yo te "cantaba la zona" cuando buscabas queso y venía el gato por los corredores!


Tú, por tu parte, eras fiel amigo durante esos poquísimos tres meses que te conocí. Gran luchador, inalcanzable defensor de la paz cuando habían conflictos entre las criaturas más pequeñas del patio (yo, humildemente, me incluyo). Y por demás, gran "echador de broma" ¿Te acuerdas cómo molestábamos al perro, que le mordías la oreja y te metías "soplao" a mi cueva cuando, molesto, te perseguía? ¡Buenos tiempos! Tiempos que, cada vez que los recuerdo, me entristecen (¡como no tienes idea; no sabes cómo te apreciaba, amigo mío!) pero a la vez me fortalecen y me dan confianza porque sé que al recordarte es como si te reviviera una y otra vez. Como si siguieras a mi lado vigilando mis pasos. Pero ahora que me voy, que pronto me iré a otra casa, no sé...

...


Ya, ya sé que debes de estar molesto. Me imagino lo que me dirías si estuvieses vivo. Que no aguanté, que me rendí al último momento, que no fui lo suficientemente fuerte como para resistir esta casa y todo eso... ¡PERO RATICIO, CHICO; ENTIENDE! No pude seguir. Tal vez, si las cosas no hubiesen empeorado tras tu muerte, tal vez Y SÓLO TAL VEZ hubiese querido seguir viviendo...

¿Crees que no me duele a mí también? Aquí pasé maravillosos momentos, en sólo tres meses que fueron como mil años para mí ¡Cuántas cosas pasaron! Y sin embargo, tras ese fatídico día en que la señora te jugó esa mala pasada (bueno; no ella: el marido fue quien pagó la fumigación; pero ella fue quien se lo pidió porque ya estaba "harta de tantos bichos"), yo intenté seguir adelante: primero lo negué, pensando que era otro ratón. Hasta bromeé con eso (¡ Perdóname por eso, amigo!) creyendo que "ese Raticio sí le gusta echarme broma. Nunca aprende"...

Pero esa tarde, quien bastante aprendió fui yo...


Raticio, mi amigo. Ve esas estrellas; tan lindas ellas. Sobre todo esa grandota que se ve allá. A veces la miro y pienso que estás allá, mirándome. Tal vez debes de estar jugando dominó con todos esos que también se han ido este último año y los que se fueron hace años atrás:

Saponio: Viejo gordo baboso con un gran corazón, inmensa sabiduría y larga lengua. Me enseñó bastante: a no creer que los viejos son inútiles, que estés donde estés siempre serás lo que eres y nunca te debes avergonzar de ello, que no debes creer en todo lo que dicen (sobre todo si te lo dice un loro), que todo lo que pasa en el patio se queda en el patio y que uno "nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde"...Bastante intentó reconfortarme cuando toqué con mis macanas tu colita por última vez, y él me dijo esta última enseñanza. Ciego de bola debido a la edad, murió unas semanas después, cuando un carro lo pisó si más no me acuerdo un día domingo...

Yeminia: La gallinita clueca, muy enamorada de Gallardo. Era tan gordita y tan bonita. Ponía muchos huevos y fue excelente madre. No me gustaba su actitud frente a otros (sobre todo a mí, que me veía con repugnancia por ser un "cangrejo"), pero era buena chica: inteligente y muy pulcra. Ella murió no hace mucho, Raticio: este Jueves Santo se la comieron. No pudimos sino enterrar sus plumas, sus patas, sus vísceras y los huesos que esos caníbales dejaron (el perro y el gato estaban tan consternados que no quisieron comerse ni los huesitos de los muslos. Ellos la amaban mucho)

Gallardo El Viejo: El papá de Gallardo. Lo crió cuando éste era un pollito. No lo conocí (todavía no me había mudado). Padre severo pero bueno: le caía a picotazos si se salía del corral, lo acurrucaba bajo sus alas las noches de frío cuando las gallinas no podían hacerlos por distintos motivos y lo apartaba de la porquería que lanzaban los humanos no sólo porque era la comida del perro y del gato, sino porque "un futuro gallo no debe contaminarse de la sobra de seres inferiores". Al igual que Yeminia, también acabó en las fauces de estos trogloditas llamados "seres inferiores" la Semana Santa de hacen ya unos cinco o seis años. Gallardo, aunque fuerte y arrogante como su padre, siempre llora cuando cuenta esto.

Blanquín y Espuma: Ambos eran gato y gata, respectivamente. Tampoco los conocí. Pero me contaban que fueron los primeros gatos que llegaron cuando se mudaron, hacen ya treinta años. Eran un regalo de bienvenida por parte de los entonces vecinos... Blanquín era, como su nombre refleja, tan blanco como la leche pero era con poco pelo. Y Espuma era blanca y lanuda (parecía una motita de algodón). Siempre jugaban y eran ambos la alegría de la señora madre (muerta también) de la señora de la casa, que los mimaba y les daba su comida a base de atol. Cuando la abuela murió de una insufiencia renal (hacen como veinte años), Espuma dejó de comer: rechazaba toda comida, se ponía agresiva cuando la tocaban y no se cansaba de llorar a la sombra de esa mata que está detrás de tu tumba... Después de la quinta cría, la regalaron porque ya estaba viejita (unos diez años después) y no podía dar más gatitos (uno de ellos es el actual gato, creo que de la última camada). Murió a las pocas semanas. Y Blanquín murió de soledad: lo encontraron muerto una noche bajo la mesa de la sala...

Tulio: El perro lanudo (creo que era un pequinés) de al lado que a veces se metía por el patio y jugaba con el perro de la casa ¿Te acuerdas? Dejaba todas las matas destrozadas y las macetas por los suelos. Siempre lo echaban de la casa (la nuestra) a escobazos. Perro sarnoso y con más pulgas de cualquier otro perro que haya conocido. Murió, chico; creo que fue en Diciembre del año pasado. Parece ser que se metieron unos malandros y el perro les brincó. Sólo un tiro seco en la frente ¡Po! Y el perro quedó con los sesos regados por las paredes de la cocina. Por suerte nadie humano (de la familia), en la casa salió lastimado (se trancaron en las habitaciones) y apenas se robaron unas cositas de la cocina; pero a raíz de eso se mudaron ya comenzandito este año. A Tulio le prendieron candela en el patio. Y me dicen que a veces sale su espíritu; cosas que dicen.

Hace poco me enteré que uno de esos maleantes que atracaron la casa también murió, esta vez en un enfrentamiento con la Policía, hace ya como una semana. Creo que el mismo día que murió Yeminia, horas después...

Y así chico. Todos ellos. Si los ves, salúdamelos. Y de mi parte, diles que algún día estaré por allá, cuando estos parásitos que tengo en todo el cuerpo me terminen de matar. Me acuerdo cuando me decías que no comiera tanta ñoña porque enfermaba; y siempre me molestaba ¡Cuánta razón tenías, amigo!

Bueno, Raticio; ahora sí me voy. ¡Cónchale, si ya van a ser las once y media! Me voy no sin antes dejarte esta flor (una rosa, de las que tanto te gustaban y siempre querías robarte una de la florería del centro para tu esposa, cosa que nunca pudiste) para que jamás me olvides y tengas de mí aunque sea un recuerdo.

En paz descanses, Raticio (01 de Abril, 1996- 09 de Abril, 2011)

A un mes...o "¡SE AR**CHÓ EL CANGREJO, SEÑORES!



ADVERTENCIA: LA SIGUIENTE ENTRADA PUEDE CONTENER GIROS, LENGUAJE U OTRO TIPO DE CONTENIDO NO APROPIADO PARA MENORES DE 18 AÑOS. NIÑOS, NIÑAS, ADOLESCENTES, EVANGÉLICOS, "GENTE DEL SIGLO XIX" Y GENTE DE DIFÍCIL CRITERIO, ABSTÉNGANSE DE LEER EL SIGUIENTE CONTENIDO.

Lamento, en serio, esta tardanza de más de un mes. Me tomé unas largas vacaciones... bueh... en realidad, he tenido demasiadas ocupaciones pues pronto me mudo ¡sí, así como lo oyen, me mudo! Ya no aguanto vivir en esta m**da de casa DONDE EL MAMA***VO DE ENFRENTE (MARI*** COBARDE QUE LE TEME HASTA A SU NOVIA LA ORDEÑADORA Y HASTA SU POBRE REFLEJO EN EL ESPEJO) PONE SU F**ING MÚSICA Y EL RESTO DE LOS MALPARIDOS VECINOS NO DENUNCIAN. YA ME AR***CHA ESTA SITUACIÓN, EN SERIO.

No me gusta decir muchas vulgaridades (cosa que no es la primera vez que sucede cuando escribo por este blog), pero es que a veces detesto la hipocresía social que se vive en los barrios. Con todo respeto, los cangrejos como yo estamos acostumbrados a la m***da, pero no tanta. No critico al perro cuando se lame las b***las, ni al gato cuando se lame el c***lo, ni a las cucarachas cuando cual pend*jas huyen en cuanto prenden la luz...

-"¡NO SEAS TÚ TAN MAMAG**BO, CANGREJO HIJO DE LAS MIL P***TAS! ¡TÚ QUE COMES M***DA Y NADIE TE DICE NADA ¿CÓMO SE TE OCURRE ECHARNOS ESA V***NA AHORA?"- Me estará diciendo una de ellas ahorita...

Pero señores, yo sigo con lo mío. Lo de la mudanza, sí señor, lo vengo pensando desde Diciembre de este año que pasó hace ya raaaato...2011. Y, siguiendo con el párrafo de arriba, no me he quejado desde que llegué. Pero una cosa es calarme lo que pasa en la casa donde tengo mis cuevitas... ¡Y OTRA TOLERAR LAS C**Ñ*M*DRADAS DE GENTE DE OTRAS CASAS! Escuchando con impotencia cómo c**ñacean con una correa a Miguelito, el niño que vive al frente, porque hizo una travesura (niño al fin), o cómo Sebastián le forma esos p**ínes a la mujer y creo que hasta también la golpea (me dice Cuchita, la perrita de ellos y con la cual tengo cierta amistad, que es porque ella también se lo busca por ser tan p**ta). O cuando ella misma se los forma la más de las veces por borracho y mujeriego...

-"¡Mira, pedazo de c***madre, plasta de ma*****bo! Explícame qué car**jo significa esta marca de labios en tu camiseta! ¡Y no me vengas con esa m***da de lo del payaso porque así sí que te desc***ñeto la c***da de cabeza que tienes!"

Créanme, no digo lo que contesta porque sería ya algo "extra-adulto". Tan asquerosamente adulto, que ni yo siendo cangrejo...

O cómo ellos mismos, cuando "están de buenas" (un San Valentín o el cumpleaños de uno de ellos, o su aniversario), forman un griterío descomunal cuando "lo hacen":

-"¡AY, F***K ME HARDER, PAPI! ¡OH SÍ, PERRO MALDITO, C**Ñ DE MADRE! ¡METEMELO TODO, HIJO DE P**TA, CAB***N! ¡ANDA PAPI DALE!, ¡ACABA, ACABA! ¡AHHHHH!"

-"¡OH, SÍ PERRA! P**TA, ABRETE, QUE LO QUE TENGO ES V***GA PA' RATO, M'JA! ¡AY SUCIA! ¡OH SI, OH SI! ¡MAMI, MAMI, MAAAAAMMIIIII! YA ACABO, PERRA SUCIA...¡AHHHHH!"

Todo, acompañado de un infernal chirrido proveniente de la cama... Tan bullicioso, que hasta el perro, para colaborar con el dantesco concierto, no aguanta la picazón de la oreja y "se mete en la fiesta" ladrando y colaborando con el "revienta cacumen" de todito el vecindario...

Si no son los "tórtolos", es el vecinito de enfrente con sus cornetas. Un pedazo de manganzón (a 30 no llegará), que no puede haber santo de un fulano o que que se sacó la lotería mengano, o es la despedida de m****co de sutano o el nuevo "cuero" de perencejo sin que no saque dos mamarro de GEMINI DE 3000 WATIOS DE POTENCIA. Estéreo al fin, aunque a veces sólo suene un canal porque el otro está quemado. ¡Y C***JO QUE SÍ PONEN MÚSICA LOS MUY MA**G**BOS! No una noche, sino hasta dos. Y creo que hasta más. Lo a***cho es que los muy lamev*r**gas de los vecinos no denuncian. Es lo que me da ar**chera, perdonen que se los diga. Dicen que como son compadrazos del mafioso de turno (es tan malo que hasta la m***da que sale de sus n***gas es negra y huele a azufre. ¿No lo voy a saber yo que soy cangrejo?) nadie los denuncia, de lo contrario "terminarán bajo un puente" o abatidos en su propia casa.

Y la policía, malandra como siempre...¡BIEN, GRACIAS! ¡Esos son m***da de la misma c***da! Corruptos y drogadictos lo que hay en esos dizque cuarteles y alcabalas ya sea de equis gobernación. Ni del m***rico drogadicto ladrón actual de c***lo amarillo trocado de tricolor que manda en este c***dero de gobernación ni el amanerado habladorcito de p**ja "ojitos azules" del "CAMBUREO ROJO-ROJITO" anterior QUE DE V***NA SABE DÓNDE QUEDA ESTE PUEBLO (Soy del proceso y me caigo a macanazo con cualquier paj***o que hable mal del comandante Y EL PERRO QUE ES COMUNISTA LO SABE, pero hay que decir la verdad ¡AUTOCRÍTICA, SEÑORES!) pueden acabar con esta cuerda de sinvergüenzas que para lo único que sirven es para cerrar negocios y parquear carros ajenos...

En Diciembre mataron a un perro vecino y amigo nuestro, le volaron los sesos Y SÓLO SE LLEVARON UNAS OLLAS ¿Dónde c*r**jo estaba la policía? ¿Qué acaso no había operativo? ¿O para qué c*ño (¡maldita sea, c*r*jo, el c*ño de su maldita madre, n*j*da!) les dan ese m**dero de real y v*rga por concepto de "resguardo de la seguridad"?

Y aquel HUMMERRO... (de Hummer, unos carros más caros que dos Nissan Centra y tres Vitara juntas)... Y ESE SUELDAZO... (recordando a Honorio Torrealba, Q.E.P.D.)

Yo, por eso me voy. No tolero tampoco que los evangélicos, acá en esta casa (ahora, parece que se vino a vivir acá la hermana de la señora, que cual loca sin oficio sólo se dedica a pegarle gritos a los santos para que le busquen marío) se pongan a soltar esos berríos terminando de reventarnos lo poco que nos queda de tímpanos. Y vaya que me quedan pocos...

Pero ya, mano...

¡YA!

Ya estoy loco, harto, ar**echo y quién sabe si hasta disociado. Voy a terminar, dios no lo quiera, cortándoles sin querer la yugular al perro o la cosa que le cuelga al gallo.

Hasta el perro me dice que de tanta bulla, la v**ga se le "engurruta"...¡CÓMO SERÁ DE INFERNAL ESE RUIDO EN EL PATIO, YO QUE VIVO ENCERRADO EN UNA CUEVA!

Y es por eso (ya parezco un disco rayado) que me voy, chico. Pienso mudarme a una casa donde esté más cerca del mar (y no en este río estancado de m***da) y tal vez enamore a una jaiba...

Una vez más, perdonen mis exageradas subidas de tono y excesos de groserías. Pero entenderán lo j*d*do que es vivir en un barrio como éste.

Nos veremos entonces y les contaré cómo me ha ído. Seguiré empacando...