-"¡¿Porqué ese mama·%&·%$·&%· no va y le caga los huevos al gallo, que aparte de tan marico como el mísmo, se deja también tocar por atrás?!"
Dije a viva voz.
El gallo, por estar del otro lado de la casa y yo en el centro de la misma, no pudo escuchar. Pero no sé quién o qué cabeza de huevo le fue con el chisme...
No supe de la polémica con el gallo sino a la noche de ese mismo día. Cuando en la cloaca trasera terminaba de arrastrar la mierda que dejó el perro hasta el rio, el ofendido animal me aborda:
-"Disculpe...¿Es usted el cangrejo nuevo que llegó al vecindario?"
Lo ví. Era un gallo giro de brillante pico, garras más gruesas que mis diez paticas y unas alas tan grandes que, si no me mata, por lo menos me vuela hasta la pared...¡Y ESO SÍ QUE DUELE!
Caga'o hasta más no poder, forzé una sonrisa por mi "grandota boquita" y le dije:
-"Esteee...no... Yo tengo mucho tiempo aquí... ¡UY, SÍ! Creo que desde hacen dos años atrás. Hasta me acostumbré limpiar la cloaca todos los días. Muy agradable. Tal vez me confunda con otro cangrejo que está en el patio. Dicen que es muy mal hablado y dice muchas groserías. Usted sabe cómo son algunos recién llegados. Pero soy vecino de él y medio lo conozco...¿Para qué lo buscaba el gentil señor, je, je?"
-"No. Sólo quería saber. Porque alguien a quien no voy a meter en esto por ser quien nos vigila de noche y que tiene muchas influencias para con el señor de la casa, me advirtió de un muy osado cangrejo que se la pasa ofendiendo y maldiciendo cuantos animales y cosas le venga en gana. Y entre una de esas gracias que él ha dicho, hay una que dice que yo ique me dejo tocar los muslos y que soy gay. Y es una suerte que usted lo conozca; porque quiero que le diga, si lo ve, que no se busque problemas con animales que lo pueden joder de un picotazo en el ojo. Porque, sin ofenderlo a usted que es de su misma especie, él podrá tener una macana muy grande; pero nada puede hacer agarrándome con ella los muslos si con un picotazo lo puedo dejar tuerto o, peor aún, SIN LOS DOS OJOS, por hablador y falto de respeto. Y si hay algún conflicto, para eso está el animal más viejo del corral y que es nuestro mejor juez... el búho, que no vive pero trabaja aquí. Por favor dígale eso y que, además, si algún animal lo perjudica a él, que lo ataque a él. Pero que no involucre al resto de los que nos criamos aquí".
Me quedé mandíbula abierta. El gallo seguidamente siguió su camino. No sin antes decirme, volteando donde este servidor estaba:
-"Por cierto, cangrejo...me llaman Gallardo. Saludos"
La noche caía y se reflejaban las estrellas tras las ramas de las matas de mango. Y un "kikirikí"forzado y medio desafinado se oyó encima de la puerta del corral...
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