He vuelto a las andadas. Y para comenzar, proseguiré con el tema que dejamos la semana pasada.
A ver en qué me quedé...hmmmm... ¡AH, SÍ! Hablaba de los
Bueno, es que es verdad. Yo pienso que el hecho de que los contenidos adultos aparezcan en comiquitas destinadas para adultos es algo que a lo sumo a veces contradice nuestras morales. ¿Porqué digo esto? Porque hoy en día, se discute mucho acerca de la muy asquerosa programación de Cartoon Network. Que sus comiquitas son puercas y sobre todo, porque ahora hay más homosexuales que nunca en su programación. Ahora, por ejemplo, en un bodrio que llaman "Regular Show" (tuve la mala suerte de ver uno de sus puercos capítulos) todos los personajes (ya ni siquiera uno o dos; no ¡TODOS!) hablan afeminado. Estrujándonos su enfermedad (porque así lo veo yo, como una enfermedad que debe de tener cura; sólo que aún no se consigue o no quieren buscarla por algún interés). Pero, viéndolo de un punto de vista y usando a Tooncast como referencia, pienso que no es la primera vez que nos exponemos a esto. Por lo menos, desde unos 50 o 60 años atrás, nos hemos expuesto a que mensajes contra lo establecido lleguen a nuestras mentes. Y no hablo sólo de homosexualidad. Para muestra unos botones:
*VIOLENCIA: Si hablamos de violencia, justo es hacer mención a todas aquellas comiquitas que nos mostraban excesivo uso de la fuerza (Popeye, Las Chicas Super Poderosas, Robot Boy, GI-JOE, Tunder Cats e inclusive las primeras comiquitas de Looney Tunes). Pero chico, por lo menos en los años 40 o 50 este tipo de programación sólo podía verse en cines. Hoy en día, muy en contra de las normas de entonces, hasta se graban en DVD's y se compran para el uso familiar; permitiéndose de esta manera que una criatura de apenas ocho años o menos lo vea. O sea, ¿Cómo pueden ustedes explicarse que un niño observe cómo se le pone a un personaje un arma de fuego en las sienes (o sea, cuando Elmer Gruñón le pone la escopeta en la cabeza al conejo), ¿O que se persiga a un personaje con un cuchillo con el fin de matarlo y devorarlo (El Coyote o El Correcaminos)? Y podría ír más lejos: que se muestre sangre, como en las batallas de las PPG's contra los villanos, o que nos enseñen que hay que golpear o destruir sin preguntar "porque somos los mejores" (caso El Fantasma del Espacio o Dino Boy, ambas comiquitas ya descatalogadas de la desparecida Hanna-Barbera).
*RACISMO Y DISCRIMINACIÓN CULTURAL: Esto es otra cosa que jamás voy a poder entender. A lo largo de la historia de los comics (creo que desde las tiras cómicas de la prensa escrita hasta los modernos comics animados en la web) se ha mostrado un duro racismo y discriminación hacia otras culturas. Por ejemplo, tenemos el caso de un personaje que pertenecía a la Liga de La Justicia (JLA), el llamado Halcón Negro, que abruptamente y sin explicación alguna, fue sacado tanto de las historietas como de las producciones animadas. Como tal vez queriendo aducir que "un negro no puede ser superhéroe". Algo similar pasó con el Guerrero Super Apache (¿Porqué a los gringos les da tanto asco saber de sus orígenes?) o que incluso se burlen de otras culturas: ponen por ejemplo al italiano como mafioso o vendedor de pizzas, al francés como afeminado o alguien "enemigo cultural de América", al alemán como un estúpido que no puede jamás hacer nada bien, al latino como traficante o analfabeta, al asiático (sobre todo los musulmanes) como asesinos terroristas
*SEXISMO: Otra cosa que me he fijado de las comiquitas (sobre todo las anteriores a los años 90's) es el sentido sexista que se le ha dado a la mujer. La mujer para ellos es débil, es indefensa y a lo sumo un estorbo para el hombre en todo caso. Las mujeres siempre tienen que ser buenas en la cocina y en el sexo. En lo último deben de ser mejores que en lo primero porque "es lo que más vende": mientras más dispuesta se halle ante el "sexo fuerte", mejor para los enfermos televidentes. Y siempre la muestran débil ("Los peligros de Penélope", Oliva en "Popeye", Vilma Picapiedra y Lucero Sónico en sus respectivas comiquitas, Betty Boop, etc...). O sea, el sexo débil, pues (como si embarazarse y llevar una o hasta tres criaturas en la barriga por nueve meses -mi especie trae miles y los incuba en menos tiempo- no fuera algo fuerte). Sino, para que sea una super heroína, debe de tener buen cuerpo como La Mujer Maravilla, Shera, Sailor Moon o Barbarella. O más modernamente Tomb Raider o La Femme Nikita. Si no, es un monstruo o un chiste.
*ASQUEROSIDAD: ¿Es realmente necesario que se muestre tanta pudrición en la televisión? Muchos ejemplos como Rugrats (cuando Philly come gusanos), Ren & Stimpy (que se meten cucharillas en las orejas y se comen la cera o muestran comida en descomposición) e inclusive Los Simpsons (comiendo cosas podridas o guardar ropa interior sucia en el congelador) me dan la razón. Entonces los niños hacen esas cosas en la escuela o en un acto social o en una reunión familiar o hasta en su misma casa porque, como ahora la televisión pasa más tiempo con ellos que sus padres que "trabajan" todo el tiempo, este aparato se ha convertido en sus padres sustitutos o a lo sumo su "maestro personal"...
¡No, hombre! ¡Olvídese de normas, de morales y valores caseros! Ahora los nuevos padres y maestros de esta generación son los anunciantes, los comediantes, guionistas o hasta los mismos dueños de la cadena de TV. O a lo sumo, la internet, con su velocidad de acceso a la "información" y su plétora de anunciantes...
Y si la TV te pide, por medio de series que muestran actores fumando, que compres cigarrillos, aunque seas menor de edad, lo compras. O si te pide que comas basura, como te lo ordenan McDonald's, Subway y Burguer King, ¡PALANTE QUE NO VIENE CARRO! Para que después te pase lo que le pasó a éste...
¿Que es esto, chico? ¿Qué pasa con la TV en estos días y desde por lo menos en los últimos 30 o 40 años, que ya ni los valores lo enseñan?
Me lo he cuestionado mucho desde que mis tubitos de ojos que tengo han visto tanta
Total que total. Bueno; ya cayendo la tarde, los nietos de la señora terminan de meterse semejante cloaca visual en los ojos y se despiden de su abuela. Mañana tienen que estudiar porque comienzan las clases (a ver si apostamos para que esta generación sea una excepción y por lo menos medio arreglen la sociedad en los próximos 20 años, si tenemos suerte) y ya su padre vino a buscarlos. El ratoncito, ahijado mío, también se debe ír. Lo despido y lo acompaño hasta la entrada de mi cueva.
¡Y VAYA OH, SORPRESA! Tan pronto salgo a la cloaca, me doy cuenta que alguien dejó caer un pedazo de pastrami en la entrada (lo que explica el título de esta entrada y la anterior). Me deleito con su suave aroma, me lo llevo a la guarida para darme un banquete (será la cena) y retírome a mi cueva no sin antes contemplar el sol ocultarse y dejar caer el anochecer...
