domingo, 23 de septiembre de 2012

Tooncast, locas y algo de pastrami (II)

Bueno, señores. Lo prometido es deuda. Como dicen...

He vuelto a las andadas. Y para comenzar, proseguiré con el tema que dejamos la semana pasada.

A ver en qué me quedé...hmmmm... ¡AH, SÍ! Hablaba de los maricotas de Tooncast.

Bueno, es que es verdad. Yo pienso que el hecho de que los contenidos adultos aparezcan en comiquitas destinadas para adultos es algo que a lo sumo a veces contradice nuestras morales. ¿Porqué digo esto? Porque hoy en día, se discute mucho acerca de la muy asquerosa programación de Cartoon Network. Que sus comiquitas son puercas y sobre todo, porque ahora hay más homosexuales que nunca en su programación. Ahora, por ejemplo, en un bodrio que llaman "Regular Show" (tuve la mala suerte de ver uno de sus puercos capítulos) todos los personajes (ya ni siquiera uno o dos; no ¡TODOS!) hablan afeminado. Estrujándonos su enfermedad (porque así lo veo yo, como una enfermedad que debe de tener cura; sólo que aún no se consigue o no quieren buscarla por algún interés). Pero, viéndolo de un punto de vista y usando a Tooncast como referencia, pienso que no es la primera vez que nos exponemos a esto. Por lo menos, desde unos 50 o 60 años atrás, nos hemos expuesto a que mensajes contra lo establecido lleguen a nuestras mentes. Y no hablo sólo de homosexualidad. Para muestra unos botones:

*VIOLENCIA: Si hablamos de violencia, justo es hacer mención a todas aquellas comiquitas que nos mostraban excesivo uso de la fuerza (Popeye, Las Chicas Super Poderosas, Robot Boy, GI-JOE, Tunder Cats e inclusive las primeras comiquitas de Looney Tunes). Pero chico, por lo menos en los años 40 o 50 este tipo de programación sólo podía verse en cines. Hoy en día, muy en contra de las normas de entonces, hasta se graban en DVD's y se compran para el uso familiar; permitiéndose de esta manera que una criatura de apenas ocho años o menos lo vea. O sea, ¿Cómo pueden ustedes explicarse que un niño observe cómo se le pone a un personaje un arma de fuego en las sienes (o sea, cuando Elmer Gruñón le pone la escopeta en la cabeza al conejo), ¿O que se persiga a un personaje con un cuchillo con el fin de matarlo y devorarlo (El Coyote o El Correcaminos)? Y podría ír más lejos: que se muestre sangre, como en las batallas de las PPG's contra los villanos, o que nos enseñen que hay que golpear o destruir sin preguntar "porque somos los mejores" (caso El Fantasma del Espacio o Dino Boy, ambas comiquitas ya descatalogadas de la desparecida Hanna-Barbera).

*RACISMO Y DISCRIMINACIÓN CULTURAL: Esto es otra cosa que jamás voy a poder entender. A lo largo de la historia de los comics (creo que desde las tiras cómicas de la prensa escrita hasta los modernos comics animados en la web) se ha mostrado un duro racismo y discriminación hacia otras culturas. Por ejemplo, tenemos el caso de un personaje que pertenecía a la Liga de La Justicia (JLA), el llamado Halcón Negro, que abruptamente y sin explicación alguna, fue sacado tanto de las historietas como de las producciones animadas. Como tal vez queriendo aducir que "un negro no puede ser superhéroe". Algo similar pasó con el Guerrero Super Apache (¿Porqué a los gringos les da tanto asco saber de sus orígenes?) o que incluso se burlen de otras culturas: ponen por ejemplo al italiano como mafioso o vendedor de pizzas, al francés como afeminado o alguien "enemigo cultural de América", al alemán como un estúpido que no puede jamás hacer nada bien, al latino como traficante o analfabeta, al asiático (sobre todo los musulmanes) como asesinos terroristas coños de madre, a los esquimales como personas feas e invasoras, a los canadienses como débiles cultural e ideológicamente con respecto a los EE. UU y hasta a los mismos indígenas (los cherokees y los siouxs) como un estorbo tolerable ¡COMO UNA CARGA PARA LO QUE ELLOS LLAMAN "SOCIEDAD Y FORMA DE VIDA")

*SEXISMO: Otra cosa que me he fijado de las comiquitas (sobre todo las anteriores a los años 90's) es el sentido sexista que se le ha dado a la mujer. La mujer para ellos es débil, es indefensa y a lo sumo un estorbo para el hombre en todo caso. Las mujeres siempre tienen que ser buenas en la cocina y en el sexo. En lo último deben de ser mejores que en lo primero porque "es lo que más vende": mientras más dispuesta se halle ante el "sexo fuerte", mejor para los enfermos televidentes. Y siempre la muestran débil ("Los peligros de Penélope", Oliva en "Popeye", Vilma Picapiedra y Lucero Sónico en sus respectivas comiquitas, Betty Boop, etc...). O sea, el sexo débil, pues (como si embarazarse y llevar una o hasta tres criaturas en la barriga por nueve meses -mi especie trae miles y los incuba en menos tiempo- no fuera algo fuerte). Sino, para que sea una super heroína, debe de tener buen cuerpo como La Mujer Maravilla, Shera, Sailor Moon o Barbarella. O más modernamente Tomb Raider o La Femme Nikita. Si no, es un monstruo o un chiste.

*ASQUEROSIDAD: ¿Es realmente necesario que se muestre tanta pudrición en la televisión? Muchos ejemplos como Rugrats (cuando Philly come gusanos), Ren & Stimpy (que se meten cucharillas en las orejas y se comen la cera o muestran comida en descomposición) e inclusive Los Simpsons (comiendo cosas podridas o guardar ropa interior sucia en el congelador) me dan la razón. Entonces los niños hacen esas cosas en la escuela o en un acto social o en una reunión familiar o hasta en su misma casa porque, como ahora la televisión pasa más tiempo con ellos que sus padres que "trabajan" todo el tiempo, este aparato se ha convertido en sus padres sustitutos o a lo sumo su "maestro personal"...

¡No, hombre! ¡Olvídese de normas, de morales y valores caseros! Ahora los nuevos padres y maestros de esta generación son los anunciantes, los comediantes, guionistas o hasta los mismos dueños de la cadena de  TV. O a lo sumo, la internet, con su velocidad de acceso a la "información" y su plétora de anunciantes...

Y si la TV te pide, por medio de series que muestran actores fumando, que compres cigarrillos, aunque seas menor de edad, lo compras. O si te pide que comas basura, como te lo ordenan McDonald's, Subway y Burguer King, ¡PALANTE QUE NO VIENE CARRO! Para que después te pase lo que le pasó a éste...

¿Que es esto, chico? ¿Qué pasa con la TV en estos días y desde por lo menos en los últimos 30 o 40 años, que ya ni los valores lo enseñan?

Me lo he cuestionado mucho desde que mis tubitos de ojos que tengo han visto tanta mierda putrefacta por la infernal pantalla por desgraciada primera vez.

Total que total. Bueno; ya cayendo la tarde, los nietos de la señora terminan de meterse semejante cloaca visual en los ojos y se despiden de su abuela. Mañana tienen que estudiar porque comienzan las clases (a ver si apostamos para que esta generación sea una excepción y por lo menos medio arreglen la sociedad en los próximos 20 años, si tenemos suerte) y ya su padre vino a buscarlos. El ratoncito, ahijado mío, también se debe ír. Lo despido y lo acompaño hasta la entrada de mi cueva.

¡Y VAYA OH, SORPRESA! Tan pronto salgo a la cloaca, me doy cuenta que alguien dejó caer un pedazo de pastrami en la entrada (lo que explica el título de esta entrada y la anterior). Me deleito con su suave aroma, me lo llevo a la guarida para darme un banquete (será la cena) y retírome a mi cueva no sin antes contemplar el sol ocultarse y dejar caer el anochecer...

sábado, 15 de septiembre de 2012

Tooncast, locas y algo de pastrami (I)

¿Saben? Me encantan los fines de semana. Me encanta su alegría, su bochinche y sobre todo, las visitas. Lo digo porque el fin de semana pasado (justo después de escribir la última entrada), recibí una muy grata visita: el hijo más joven de Raticio.

Muchacho al fin, le encanta todo lo que es juvenil: jugar, curiosear entre la basura, perseguir cucarachas...en otras palabras, joder. Desde la mañana en que llegó hasta ya entrada la noche, esta joven pero adorable cría de roedor (sin duda, sacó lo mejor de su padre) cuyo nombre es Rubencito, me hizo pasar las muchas horas que pude haber pasado aburrido más pasables. No me gusta criar niños, mucho menos si no son de mi especie; pero en el caso de Rubencito, cuyo padre fue como un hermano para mí, he hecho una excepción.

El ratoncito en cuestión me ha estado preguntando tantas cosas como porqué los cangrejos necesitan tantas patas para caminar, como porqué somos tan feos, porqué el cielo es azul, porqué perros y gatos no se llevan bien, porque esto y porqué lo otro...

Y sobre todo, la pregunta que menos me gusta contestar, ¿Dónde está papá?

Menos mal que en la sala de estar de la gran casa, justo por donde pasa uno de mis túneles, hay un televisor. Y, como alivio a tantas preguntas que no puedo contestar, hay precisamente en el susodicho túnel un pequeño acceso que apunta al mágico aparato de ondas hertzianas. Precisamente estaban viendo las comiquitas los nietos de la señora y pensé que mi pequeño invitado podría ver también a través del hueco de la pared. Y para que no se sienta solo y además con el fin de cuidarlo, ví las caricaturas con él...

Voy a decirlo: las comiquitas de ahora ciertamente son una mierda: el peluche raro que se cree la gran vaina, el carajito que se convierte en bicho con sólo darle un coñazo a su reloj, el eterno "San Martín" en que se ha convertido la saga de Star Trek y otras porquerías que transmite semejante mierda que se autodenomina "sucesora de Hanna-Barbera". Pero si me pongo a analizar, pienso que el plástico televisivo de antes, que ahora tengo la oportunidad de volverlo a ver por otro canal, resultaba creo que hasta peor. Porque fíjense lo que mostraban antes:

*HOMOSEXUALES: Tanto en los comics de ayer como los de ahora, por lo menos uno de cada diez personajes son maricos. Lo digo así clarito y raspado. Puro gachos maricones. Popeye es para mí el marico más marico de los maricos: un marino que se la pasa con otro, más fornido y con barba, todo el tiempo. Supuestamente, en el mismo barco y, en tierra, en vez de cogerse a la cosa flaca ésa que llaman Oliva Olivo de una buena y maldita vez, ¡NO! mejor se mata a coñazo con el tal Bluto. Yo como que sospecho que estos dos tienen un romance por allí guardaíto...

Bueno...analizándolo, esto último como que tienen más sentido porque si lo analizamos, ¿Qué pueden esperar ustedes de un poco de hombres en un barco, donde no hay mujeres y lo que hay alrededor es pura agua? ¡De pana que los parchoides tienen que aflorar!

Y esto de la mariconería en televisión no es exclusivo de esta creación de los desaparecidos Estudios Fleischer. No; la vaina como que se copió a lo largo de los años. Así tenemos cómo luego apareció el dúo dinámico con el tal Batman y su fiel Robin casi pega'o atrás. O tal vez hasta por delante. Siempre con una patería este último, diciendo vainas como: "Santos huevos magullados, Batman; ya me duele el baticulo", "Santos terremotos anales, Batman; no le des tan fuerte", "Santos condones usados, Batman; ni loco voy a hacer trío con Batichica y contigo esta vez"... ¡MIERDA, MIERDA Y MÁS MIERDA!.

Luego, el tal Scooby Doo y el pato de Shaggy. Siempre con el perro atrás. Y ahora, en la nueva serie esta que le sacaron, ahora que el hippie está un poco más hombrecito y quiere hacer su vaina con la gordita Vilma, el perro pato ahora tiene celos. ¡ES QUE NO SALIMOS DE UNA CON ESTE PAR DE LOCAS!.

Y como la patería, a lo largo de los años que siguieron, vieron cómo era más aceptables que la películas y otras comiqutas de acción, empezaron a incorporar más personales con estas características:

* Lazlo tiene a un "amigo" medio marico él (Raj, de "Raja") que es rosado y habla todo amanerado. Además que es el que siempre anda pegadito al protagonista.
* En Metelotodo aparecía un carajito y su mono mascota que siempre se metían en el maletero del Max-5 ¿Haciendo qué? Vayan ustedes a saber...
* En los Edd's aparecía un personaje (Timmy, creo que así se llamaba) que hablaba medio marico también y se comportaba como tal. ¿Ese también eras tú, Antonucci?
* Mermal, el de Garfield, es tan marico como el protagonista. Otra cosa: A John Bonachon, chico: ¿Cuando te vas a casar de una buena vez? Ya la gente está sospechando... o por lo menos sal del clóset y líbranos de la duda...
* ¿Pablo Mármol es de veras infértil o es que es marico y está "perdida" de Pedro Picapiedra?
* A Ash, el de Pokemón, no se le ha visto novia desde la serie original. Yo pensé que íba a "echarle los perros" a Misty, pero "el hombre de aquello na" ¿Es pato o qué? Y hablando de pato, cuidado con Brock y esa vaina de estar limpiando y cocinando...¡CUIDADO Y NO TE CONFUNDAN!
* Hablando de anime, este género sin duda es en donde más homoparchoides aparecen. Hasta en Dragon Ball, sin contar con Los "Caballeros" del Zodíaco y la multi-patería congénita de Naruto. ¿Se han dado cuenta que el tal CJ que aparece en esta última comiquita, si le ponen unas gafas redondas, es idéntico al pato oficial de Los Simpsons?

Siguen muchas otros casos más de efectos negativos en las comiquitas que he visto en televisión en los 34 años que llevo como cangrejo. Seguiré hablando de este flagelo (aunque ahora salen con eso de que "los homosexuales son gente también, que si los derechos humanos  y todo eso") y también del racismo, la discriminación político-religiosa y otras cosas. Por los momentos voy a descansar un poco. Lo espero la próxima semana...

viernes, 7 de septiembre de 2012

Retro...

Septiembre...

Un mes para recordar cosas que tristemente vienen a mi cabeza. Aunque hay una pizca de cosas que más que nada lo que me dan es risa.

Risa para no llorar. Como escuche alguna vez en cierta canción...

Mientras contemplo esta plomiza y muy rara sequía (desde que comenzó el mes, no ha caído ni una pizca de agua; a pesar de los nubarrones), dedico mi estadía en la cueva norte de mis dominios (entiéndase, el patio trasero de la gran casona en donde vivo ahora) a rememorar muchas cosas que a lo largo de mis 34 años (tal y como lo comenté en la pasada edición).

Cosas que no he dicho antes en este blog y hoy, aprovechando que comienza este muy común pero caluroso fin de semana, me ha entrado la piquiña de decirlas.

Y es que me he puesto a recordar, muy vagamente, cuando era muchacho y me mareaban en la secundaria con ese poco de cosas (algoritmos, triángulo de no sé que miércoles, polinomios, quebrados, raíces cuadradas, ...) mientras con una mitad de gusano de muerto en la barriga y unas míseras gotas de cloaca de lluvia en el medio del corazón (el equivalente humano a un pedazo de pan y un guarapo frío en la barriga) aguantaba las horas de salir corriendo de esa tortura semi-medieval de escuchar esa cáfila de necedades...

¿Qué coño de su muy grandísima madre va a necesitar un pobre cangrejo comemierda como yo escuchar esto, por dios? El cangrejo de cloaca no necesita de números para sobrevivir en un mundo en donde "casi todo lo tiene". Come sin mucha ciencia, duerme sin mucha ciencia, conoce el amor sin mucha ciencia, procrea y tiene a sus pequeños y los cría sin mucha ciencia...

Y, al igual como nació, también se muere sin mucha ciencia.

Pero no. El sistema, ya sea humano o no, te impone que sepas mierda. Mierda, chico: mucha mierda. ¿Y todo para qué? Para agarrate, ya adormecido cual zombie por los mojones que te metieron en la jodida cabeza, y emplearte en un sistema a lo sumo inhumano y cruel: en donde te prometen una mejor vida y te asignan un cuchitril de oficina en donde apenas puedes moverte y te forman peo si te llaman por el celular. Ni siquiera las gónadas (el güevo, en el vulgar lenguaje humano. Niños, no lo digan) te puedes rascar, porque hay como tres o hasta cuatro cámaras que te vigilan. Y un pobre mamaguevo marico triste vigilándote...


Pero chico, es fin de semana y no voy a pasarlo descargando "mi arrechera y ganas de matar gente" con quién sabe cuántos inocentes lectores lean probablemente en un futuro estas líneas.

No...

Hoy, voy a aprovechar la noche en comentarles algo que ameritó algo de plática con un nuevo amigo que conocí recién comenzando este mes, un perro callejero cuyo nombre les diré al final de este post y que, por ser tan cachorro, ¡CHICO, ME CAYÓ MUY BIEN HABLAR CON ÉL!

Sucedió como todo comienzo de mes (este primero de septiembre que pasó), limpiando como siempre mi cueva de la basura que estos malditos pelagüevos humanos siempre dejan (ese día, cayó fin de semana. Lo que explica el poco de botellas de cerveza vacías tapando mi cueva), cuando un perro se detiene a conversar conmigo.

El perro me dijo en su lenguaje (ladrido juguetón) qué pasaba conmigo que estaba tan amargado. Le respondí que estaba ocupado limpiando mi cueva (resulta que blandí mi pinza, cual cangrejo que defiende su morada ante intrusos, cuando el perrito empezó a olisquear con su hocico cerca de mi morada).

......

-"Pero coño, carnal, déjese llevar. La vida es bonita para andar arrecho"

-"Coño, no es que ande arrecho, papa. La vaina es que esta sociedad de ahora no respeta. Mira el poco de mierda que dejaron frente a mi cueva, ve. Botellas de cerveza, bolsitas no sé de qué helado y colillas de cigarrillos. Dime, ¿es justo eso?"
-"Coño, te diré que es verdad. Pero, ¿es que siempre no ha sido así?"
-"¡No! ¡Antes no era así! Antes había respeto. Antes, a la gente mayor se consideraba gente, chico. Las casas de familia eran respetadas y los vecinos te ayudaban. No abusaban como ahora".

Y así estuvimos hablando bastante. Una de las cosas que les dije (y aquí si que debo hacer algo muy raro, como verán) fue un recuento de cómo la sociedad, por lo menos desde antes de la II Guerra Mundial, ha cambiado. Para muestra un botón (Y AQUÍ ES DONDE VIENE LO RARO):

ANTES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL:

No la viví, pero según lo escuché de alguien que lo vivió, la juventud era muy sumisa y obediente. La mucha desconfianza que había por la innovación, el poderío de la Iglesia y la muy, muy escasa comunicación entre continentes y otras culturas hicieron que los jóvenes fueran más cerrados y más obedientes. Era una juventud con principios obligados, con un uniforme ÚNICO en la escuela, con una educación rígida y el severo castigo a quien se opusiese. El temor a que las ideas innovadoras o conceptos ideológicos extraños provocasen otra guerra mundial por parte un trastornado muchacho alemán y de que una vida de gula y mucha confianza destruyeran el mundo financiero y económico otra vez fueron causas suficientes por seguir la clásica regla de un sistema basado en principios casi medievales.

LA POST-GUERRA. LA ERA JAMES DEAN Y LA "REBELDÍA SIN CAUSA":

Terminada la guerra y dada la muy gran baja de población joven a nivel mundial, se hizo necesario un nuevo comienzo. En algunos países se hizo necesario una procreación en masa casi enfermiza y la inmigración de europeos a América se hzo inminete. Acá en Venezuela, eso fue feo: alemanes, españoles, franceses, italianos y hasta los mismos judíos (víctimas potenciales de esa guerra) minaron esta tierra de Bolívar apartir de esa gran migración de entre finales de los cuarenta y comienzos de los cincuenta.

La juventud, fuertemente influenciada por la Edad de Oro del cine de Hollywood, se dejó llevar por un estilo de vida del supuesto "sueño americano". Ustedes saben; esa ideología que propugnaba Eisenhower: un carro en cada cochera y dos pollos en cada cazuela.

Lo que nunca llegó a por llo menos los oídos de los suramericanos es que Dwight se refería a la sociedad e ellos, los gringos. Y el resto del mundo, que simplemente se joda.

Pero no; la juventud suramericana, engañada repito por Hollywood, se creyó que era con ellos. Entonces no faltaron "patiquines" que empezaron a imitar la mentalidad de los jóvenes gringos. Un carro antes que una casa, una vida de dilapidaciones antes que ahorro y lo peor: UN ESPÍRITU LOCO DE REBELDÍA CONTRA LOS PADRES, QUE DE HECHO LES PAGABAN SU "MESADA" Y DORMÍAN EN SU CASA...

LOS SESENTA. ERA HIPPIE Y LA EXPLOSIÓN DE LA IDEOLOGÍA JUVENIL:

Tras el desenfreno de esa juventud tipo "James Dean", llegó una juventud de pelo largo, traje y atuendos con florecitas, un olor a marihuana y una ideología innovadora: un "no a la guerra" (la de Vietnam, por aquel entonces) que luego desembocó en un "festival del amor" y en un aparatoso Festival de Woodstock que terminó en desastre.

Pero a ellos no le pararon bola, no señor. Lo de ellos era su "paz y amor". Paz que olvidaron muy pronto, como ya verán.

Ahora no eran rebeldes. No señor, Ahora eran más que rebeldes: eran desafiantes del sistema y ahora tenían "alternativas ideológicas" en contra del esfuerzo que hicieron sus padres que arriesgaron su vida por librarnos de una posible segunda invasión europea de manos de los alemanes.

¿Donde chico estarán ahorita? ¿Sobre todo los de acá de Venezuela?

LOS SETENTA. EL DESENFRENO SEXUAL Y EL PODER DEL NEOLIBERALISMO:

Culminaba con Woodstock los sesenta, se desintegraban los Beatles y comenzaba una época en donde las grandes compañías, apunta de billete, empezaron a contratar ex-hippies en puestos de trabajo. Abajo melenas, mucha colonia para tapar lo que aún hiede a yerba y cero protesta.

Ahora la juventud hippie, que una década antes protestaban contra el sistema capitalista y armamentista, trabajaban esta vez con ambas cosas. Bueno, debían hacerlo: deben pagar los daños que causaron en Woodstock y además, ¿Como podrían pagar sus nuevas droga legales (codeína, metadona, morfina y tal vez marihuana pero en dosis muy racionadas) si no trabajaban para su otrora enemigo, el sistema que las fabrica?
Pero no todo es pérdida, no señor. También hay ganancia. El desenfreno sexual que trajo consigo la música disco y la poca preocupación de la población adulto-joven en solucionar los problemas ("en un futuro nos ocupamos. Hoy gocemos"), hizo que esta juventud fuera consumista de las noches y preocupantemente promíscuos irresponsables.

Yo, cangrejo que nació en esa época, soy víctima potencial de ello.

LOS OCHENTA. EL ARREPENTIMIENTO Y EL DESHIELO SOCIALISTA-COMUNISTA:

La era de la luz fluorescente y los zapatos plata banda tuvo el mismo castigo por sus actos que la generación anterior. Nuevamente, los poderosos les pasaron facturas y ahora, los que otrora lucían una larga cabellera y les sobraba real en los setentas, ahora eran novatos, calvos y muy preocupados padres en los ochenta. Sin dinero, tuvieron que cargar con una juventud que se enfrentaba aun mundo preocupado por dos cosas feas, muy feas: un posible conflicto nuclear mundial y, por otro lado, la aparición del SIDA como principal causa de muerte a futuro y crónica desconfianza y alejamiento de los homosexuales en aquel duro presente.

Pero la juventud, ni pendiente. La juventud "chévere" de los ochenta prácticamente pudo pasar por debajo de la mesa de las preocupaciones de sus padres. Pensaban que, por el mucho esfuerzo de sus padres, ellos heredarían un mundo mejor, ¡CRASO ERROR! El mundo, como verán luego empeoró en relación a aquellos años. Pero p'alante, como dicen: aún así, disfrutaron de una época de VHS's, de la televisión por cable y una educación de calidad (un lujo las tres cosas, para aquellos tiempos).

LOS NOVENTAS. LOS PIERCING Y LA PRIMERA ERA INTERNET:

Esta juventud, literalmente, fue más enfermiza que las dos anteriores.

Era la juventud del destape de la internet, la juventud que se empezó a colocar piercing como moda (sin olvidar los pantalones rasgados y el pelo pintado). Hubo otra juventud, la de los barrios, que a diferencia de la "sifri" que ya existía desde los sesenta, empezó a emerger como un protagonista más. Bien como amenaza social o bien como una forma de subsistencia. Empieza a aparecer la figura del malandro de Petare o de Cotiza, que no le importaba pegarte unos cuantos tiros por quitarte el rolex, la cadenita o los zapatos ¿Se acuerdan? Allí nos dimos cuenta que la juventud, sumado a una economía en Suramérica cada vez más gastada, la habíamos perdido para siempre de nuestro control...

EL NUEVO MILENIO. AL DIABLO LOS PRINCIPIOS, VIVA EL REGGAETON:

El nuevo milenio nos sorpendió con una ideolo´gia tal vez hasta peor que las tres décadas anteriores. En efecto, durante toda la década de los 2000's vimos cómo se incrementó el uso del sexo como mercancia (heredado de los 70's), el consumismo y la despreocupación por el bienestar social (los 80's) y la violencia y el pillaje como manera de subsistencia (los 90's). Sumado ahora a una nueva problemática; la aparición de nuevas enfermedades o la reaparición de otras que ya se habían erradicado; y por si fuera poco, el cinismo social de retomar viejas mañas como el neonazismo y el fascismo en Europa.

Esta juventud del 2000 fue la misma juventud que se hicieron padres en algo quellaman "sexo grupal" u orgía o bacanal, como lo quieran llamar; y se convirtieron en flamantes padres de un tripocho que quién sabe si, con esta sociedad moderna descontrolada, llegará a los 40 años.

¡Gracias reggaeton, por hacer lo que no pudieron hacer ni la lambada, ni el disco ni el rock n'roll: destruir lo que quedaba de moralidad en la juventud!

En fin; hable con este perro casi hasta la hora de dormir. Luego, me "ayudó" a sacar aunque sea dos botellas de la cloaca y, moviendo su colita, me dijo:

-"Bueno, nos vemos, Cangrejo. Cuídate mucho por allí".

Y yo, blandiendo mi pinza (de lado esta vez), le dije:

-"HASTA LUEGO, TIBER 2"

A LA MEMORIA DE MI PERRO TIBER 2
GRACIAS POR DANOS AUNQUE SEA CASI TRES MESES DE FELICIDAD
(23-06-2012 / 06-09-2012)